Resumen:
El transporte de curdo es importante para la economía del país, por ende, se debe
salvaguardar la integridad del terreno donde están ubicados los oleoductos. El
presente proyecto analiza soluciones viables con base a criterios técnicos que
permitan controlar el riesgo de posible rotura del SOTE y OCP, al mismo tiempo que
se evalúa si es posible transportar 1 millón de barriles, según propuesta planteada
por actual gobierno. Para cumplir con los objetivos se analizaron propuestas planteadas, que tenían la
finalidad de disminuir la velocidad de erosión en el cauce del río Coca, al mismo
tiempo se utilizó el software Pipesim 2017 para simular las presiones de los
oleoductos y consecuentemente evaluar sus capacidades máximas, donde se logró
determinar los tramos críticos, para posteriormente variar sus diámetros.
Como resultado se obtuvo que la mejor ubicación para colocar un disipador de
energía es aguas arriba del río Malo, debido a que la velocidad de erosión de ese
sector es menos agresiva. Además, se identificaron los tramos críticos del OCP, los
cuales son: Cayagama – Sardinas, Páramo – Chiquilpe y Chiquilpe – Puerto Quito.
Dando como resultado que no es posible actualmente transportar por los oleoductos
1 millón de BPD. Por tanto, se concluye que la variación de diámetros en los tramos Cayagama –
Sardinas, Páramo – Chiquilpe y Chiquilpe – Puerto Quito, debe ser de 32¨ a 38¨, de
32¨ a 34¨, y de 24¨ a 26¨, respectivamente, para incrementar la capacidad de
transporte del OCP a 450.000 BPD con un crudo más pesado.
