Resumen:
El COVID-19 resaltó la vulnerabilidad de los Estados en cuanto a la preparación frente a catástrofes pandémicos, debido a esto, el presente trabajo de investigación tiene como objetivo encontrar cuáles son los factores más significativos que permitieron que el COVID-19 se prolifere más en unos países que otros para poder considerar sobre qué aspectos priorizar en la toma de decisiones de políticas públicas. Para ello, se recopiló datos del Banco Mundial, Universidad de Oxford y de la Organización Mundial de la Salud. Mediante el análisis de componentes principales se obtuvieron cuatro grupos de indicadores: la tasa de mortalidad por causas no naturales, el índice de inmunidad, control de corrupción y recursos médicos, los cuales forman parte del modelo de regresión lineal múltiple; además, se resalta la inclusión de controles asociados al desempeño económico y estructura demográfica. Los principales resultados dictan una relación negativa entre la tasa de contagios y los recursos médicos, inmunidad de la población y control de corrupción; así mismo para la tasa de mortalidad por coronavirus. Finalmente, se puede concluir que es necesario reforzar medidas preventivas ante posibles pandemias o sucesos similares, es recomendable destinar un considerable rubro a la adquisición de recursos médicos, formación de capital humano en el sector salud y mejorar la legitimidad de las instituciones públicas frente a percepciones de terceros en cuanto a corrupción
