Resumen:
Sin lugar a duda, la importancia de la inteligencia emocional radica en la necesidad de brindar respuestas frente a los distintos problemas cotidianos de la sociedad actual. Dichos problemas pueden surgir tanto del ámbito académico como laboral y manifestarse a través de distintas emociones como la ira, la ansiedad, el estrés, la falta de motivación. Entre otros. Para la medición de la inteligencia emocional, este estudio aplicó el test de Emily Sterrett el cual está compuesto de 6 componentes; Autoconciencia, Autoconfianza, Empatía, Autocontrol, Motivación y Competencia Social, para el cual se obtuvo un Alpha de Cronbach total de 0.88. Se contó con la participación de 1.122 estudiantes de ESPOL de carreras relacionadas a las ciencias sociales, arte y ciencias exactas. Mediante la utilización de pruebas de hipótesis se determinaron diferencias importantes en los niveles de inteligencia emocional con respecto al sexo, edad, carreras y estudiantes reprobados. Adicionalmente, para determinar la influencia de la inteligencia emocional en el rendimiento académico se empleó un modelo de probabilidad lineal. Los hallazgos demostraron que, la probabilidad de reprobar materias disminuye a mejores niveles de IE, asimismo, se determinó que los mejores niveles de inteligencia emocional los tienen aquellos estudiantes que siguen carreras relacionadas a las ciencias sociales, arte y humanidades, y también los que nunca han reprobado materias durante toda su etapa universitaria. Se recalca la necesidad de realizar más estudios relacionados a la inteligencia emocional en nuestro entorno.