Hoy en día, el uso de aditivos alimentarios es casi imprescindible para la elaboración de productos de humedad intermedia que requieren de métodos de ebullición muy largos, como jaleas, concentrados, mermeladas, compotas, jarabes, entre otros. Estos aditivos aportan viscosidad y consistencia, mejorando los rendimientos de la producción hasta en un 50% más del producto final con respecto al proceso que no lo utiliza. Uno de estos aditivos alimentarios es la pectina, producto que puede obtenerse de las cáscaras de maracuyá, manzana, naranja y demás cítricos.