El presente proyecto de titulación se enfocó en el rediseño de la cadena de abastecimiento de una microempresa artesanal dedicada a la repostería, que enfrentaba dificultades operativas debido a la creciente variabilidad de la demanda, particularmente en temporadas festivas y eventos especiales. El estudio partió de un diagnóstico integral que identificó ineficiencias en la gestión de inventarios, capacidad productiva limitada, procesos con baja eficiencia operativa y una red de distribución poco flexible. Se aplicaron metodologías como el análisis ABC para la clasificación de insumos, y el Value Stream Mapping (VSM) para la identificación de cuellos de botella en el proceso productivo. Además, se implementaron modelos de pronóstico de demanda, seleccionando el suavizamiento exponencial por su mejor desempeño (MAPE promedio de 24.46%), lo que permitió una planificación más precisa de la producción y del consumo de ingredientes. En la gestión de inventarios se adoptó un modelo de revisión periódica (T, S) para los insumos críticos de categoría A (harina, margarina, maicena y azúcar impalpable). Esta política permitió calcular niveles máximos de inventario más ajustados a la demanda proyectada, así como establecer stocks de seguridad según la variabilidad histórica. Como resultado, se logró una reducción global del 12.06% en los costos de almacenamiento anual, siendo el caso más representativo el de la harina, con una disminución del 50.94%. Adicionalmente, se aplicaron mejoras en la distribución mediante la reestructuración de rutas y la incorporación de logística tercerizada durante picos de demanda, lo que permitió una reducción del 20% en tiempos de entrega. A nivel productivo, la redistribución de tareas y el rediseño de estaciones de trabajo incrementaron la eficiencia operativa en un 18%, disminuyendo la sobrecarga laboral y el tiempo no productivo. Finalmente, el análisis financiero evidenció una disminución del 15% en los costos operativos totales, lo que generó un aumento en los márgenes de ganancia proyectados para el año 2025. Los resultados obtenidos validan la efectividad de la metodología aplicada y demuestran que una gestión estratégica de la cadena de suministro puede mejorar significativamente la sostenibilidad y competitividad de microempresas del sector alimentario.