Resumen:
Breastfeeding practice has changed in recent years, impacting infant nutrition. In a hospital in
Guayaquil, early weaning coincides with an increase in pediatric hospitalizations. This project
aims to design a prototype of professional support on maternal and child nutrition, based on the
analysis of factors influencing the early introduction of milk formulas. A statistical analysis of
the database of children up to 2 years old was performed, selecting relevant topics related to the
identified diets. With this information, the mobile application prototype was designed and
validated using an online form. It was found that 77% of the mothers opted for mixed feeding
and 21 cases received only an infant formula in their first month of life. In addition, 45% of
dietary decisions were based on pediatric recommendations and 35% on autonomous decisions
due to lactation difficulties. It is concluded that professional follow-up is essential during the
first three months of life. The "My childhood care" tool is validated as a key proposal to
strengthen maternal education and support informed decisions about infant feeding, guided by
health staff.
Keywords: Breastfeeding, introduction of formulas, mixed breastfeeding, determinants
Descripción:
La práctica de lactancia materna se ha modificado en los últimos años, impactando la nutrición
infantil. En un hospital de Guayaquil, el destete precoz coincide con un aumento de
hospitalizaciones pediátricas. Este proyecto pretende diseñar un prototipo de acompañamiento
profesional sobre nutrición materno-infantil, basado en el análisis de factores que influyen en la
introducción temprana de fórmulas lácteas. Se realizó un análisis estadístico de la base de datos
de niños hasta 2 años, seleccionando temas relevantes relacionados con los regímenes
alimentarios identificados. Con esta información, se diseñó el prototipo de aplicación móvil, el
cual fue validado mediante un formulario en línea. Se evidenció que el 77% de las madres
optaban por alimentación mixta y 21 casos recibieron exclusivamente fórmulas infantiles en su
primer mes de vida. Además, el 45% de las decisiones alimentarias se basaron en
recomendaciones de pediatras y el 35% en decisiones autónomas debido a dificultades con la
lactancia. Se concluye que el seguimiento profesional es fundamental durante los tres primeros
meses de vida. La herramienta “Mi infancia care” se valida a como una propuesta clave para
fortalecer la educación materna y apoyar la toma de decisiones informadas sobre la alimentación
infantil, guiadas por el personal de salud.